Mixquiahuala. La mañana de este miércoles, agentes de la policía ministerial aseguraron al párroco de la iglesia de “Nuestra señora de Guadalupe” Alfredo “N” en su domicilio, luego de que se liberara una aprehensión en su contra por el presunto delito de abuso sexual.

De acuerdo a los primeros reportes, un juez halló los elementos necesarios para consignar al sacerdote, por lo que luego de ser notificado sobre la denuncia en su contra y de la solicitud para presentarlo ante las autoridades, fue asegurado en su domicilio ubicado en la cabecera municipal y trasladado a la ciudad de Pachuca.

Por su parte, mediante el repique de campa y cohetones, los feligreses llamaron a una reunión en la parroquia.

Alrededor de las 19:00 horas, al menos un centenar de personas permanecía en el atrio de la iglesia, en espera de un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades de la diócesis de Tula, donde se dio lectura a un comunicado en torno a la detención del sacerdote.

En el sitio, personal de la diócesis dio lectura a un comunicado en torno a la detención del párroco que señalaba “ante la situación de confusión e indignación que ha causado la detención del padre Alfredo ‘N’, hace algunas horas el día de hoy, al ser acusado de algunos presuntos casos de abuso sexual ante las autoridades civiles competentes, su servidor, Juan Pedro Juárez Meléndez, obispo de esta querida diócesis de Tula, me solidarizo con todos ustedes al preocuparse del bienestar de sus sacerdotes”, reza el comunicado signado por el obispo.

En el mismo documento, indica que también es su deber “velar por la integridad física y moral de los fieles de cualquier condición que sean, poniendo especial atención en los niños y niñas que en algún momento se vean agredidos, por cualquier cristiano y en algún posible caso por algún sacerdote, por doloroso que esto resultara, buscando en todo la justicia tanto para el agresor como para el agredido (a)”.

“Tratándose de delitos graves, como obispo no puedo ni obstruir la justicia, ni menos buscar privilegios para alguno de mis sacerdotes en el supuesto caso que pudieran cometer algún delito, en detrimento no sólo de alguna persona, sino también de la comunidad a la que sirven … hay delitos que no sólo competen al ámbito del fuero común o federal, sino que también en el ámbito eclesiástico no pueden quedar impunes”.

Asimismo, el comunicado señala que  “la disciplina de la iglesia en los últimos años, como es del conocimiento de todos, en delitos de esta naturaleza, sigue el criterio de ‘tolerancia cero’”.

Solicitó oraciones para el sacerdote, quien dijo que será quien responderá ante las autoridades por las acusaciones en su contra.

“El gran favor que les pido es no perder la calma, ni hacer cosas que en vez de ayudar a que esta situación se resuelva conforme a justicia, pueda ocasionar más división, malos entendidos y rencores que no nos llevan a ningún lado ni a la solución de los problemas; la violencia siempre conduce a más violencia”, ratificó.