El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) supervisa los trabajos de restauración que se llevan a cabo en la nave principal de la iglesia de Santiago Apóstol en Atotonilco de Tula, debido a que la bóveda y los pregones presentaban severas hendiduras, lo cual ocasionaba filtraciones de agua al interior del monumento histórico del siglo XVI. Flavio Ramírez Benítez, responsable de la parroquia explicó que a finales de marzo solicitaron al INAH el permiso correspondiente para restaurarla y en agosto les dieron la autorización, por lo que se iniciaron los trabajos correspondientes. Explicó que la iglesia no tiene fracturas, pues fue revisada después del sismo de 2017 y así se concluyó, sin embargo la bóveda registraba filtraciones desde hace tiempo, por lo que era necesaria su reparación. Asimismo, el párroco explicó que se realizan trabajos en los pretiles y en lo que respecta a la bóveda, se reparó por completo la grieta que se descubrió que tenía en la parte superior donde se juntan las piedras, que va desde el coro al presbiterio y que tiene una longitud de 15 metros lineales. Por otra parte, informó que las reparaciones han sido costeadas en su totalidad por los feligreses, ya que no han solicitado apoyos gubernamentales o de empresas, pero no descarta hacer gestiones, porque dijo que para terminar la restauración que está en proceso, requieren aún de recolectar 100 mil pesos y la iglesia, que está considerada también como un monumento histórico, está deteriorándose por las condiciones medioambientales y requiere de más intervenciones. Finalmente, el sacerdote señaló que las almenas de la parte superior y el campanario están ya en muy malas condiciones, porque las piedras se están erosionando y requieren colocarle el recubrimiento que originalmente tenían y que aún se puede observar en algunas zonas, además de que el retablo, igualmente requiere ser restaurado.