En la sala histórica de Tula, inauguran exposición de dibujos “guangoches”

Buscar lo extraordinario dentro de lo ordinario, es la frase que destaca el profesor Abel Acosta Ceballos, tulense por adopción, al presentar 310 dibujos de trazo libre que él ha denominado “guangoches”, por no obedecer a ningún canon ni técnica.

Su colección son 470 dibujos pero por razones de espacio, en la segunda planta de la Sala Histórica Quetzalcóatl, únicamente se pudieron montar 310 piezas de dibujos en formato de caricatura que muestran personajes de la vida cotidiana. La exposición de dibujos “guangoches” permanecerá abierta hasta el 18 de febrero próximo.

El subdirector de Educación y Cultura, Ulises Arellano, comentó que el espacio de la sala se congratula en esta ocasión, al brindarle la oportunidad de exponer a una persona que si bien no es oriunda de Tula, sí lo es por adopción pues la mayor parte de su vida ha radicado en esta ciudad.

“Una exposición de alguien de casa, que tiene una vocación natural por el arte, que de manera lírica, ha logrado plasmar”.

En el acto inaugural de la exposición, estuvieron presentes autoridades municipales encabezadas por el director de Educación y Cultura, el profesor Manuel San Nicolás Godínez.

El profesor expositor Abel Acosta, se mostró muy agradecido por el espacio brindado en la Sala Histórica, sobre todo por ver sus dibujos nacidos de un grafismo y de momentos de relajación en su casa, como un mecanismo para dar masaje a su alma.

Nacido en Las Vigas, Veracruz, el profesor Abel, llegó a Tula hace 37 años, y recién se incorporó al magisterio fue nuevamente enviado a su estado natal para su labor docente; sin embargo, regresó para quedarse en Tula donde dio clases en lo que fue la escuela primaria 11 de Julio, cuya construcción aún permanece en pie en la comunidad de San Marcos.

Luego dio clases en la primaria Héroes de Chapultepec, en la 10 de Diciembre de Cruz Azul y la preparatoria Sara Robert.

Comenzó a dibujar desde niño, le gustaba hacer función de títeres pero él mismo dibujaba sus personajes. Recuerda que en Jalapa entró a trabajar con un primo que era rotulista, donde creaba y dibujaba los diseños de varios espectaculares.

Y como dice, todos tenemos de músicos, poetas y locos, al profesor Abel también le gusta hacer poesía y escribir prosa que firma con el pseudónimo de “El trashumante”, una persona que una temporada está en un lugar y en otra “recoge sus bártulos y así anda”.

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