El presidente municipal de Tula de Allende, Jaime Allende González, encabezó los festejos por el CCV aniversario del inicio de la Independencia de México, con un acto cívico y el tradicional desfile que se desarrolló en el centro de la capital tolteca.
En punto de las ocho de la mañana, en la Plaza de la Constitución, integrantes de la escolta de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de Tula, izaron la bandera nacional, en ceremonia a la que asistieron servidores públicos e integrantes de la Asamblea Municipal.
Posteriormente, se celebró el acto cívico conmemorativo con la participación de 10 escuelas locales de diversos niveles educativos, donde el Síndico Hacendario, Javier Arana Hernández emitió el discurso oficial.
“Hoy recordamos y celebramos el enorme legado de Morelos, que con el propósito de estimular la conciencia cívica e histórica de los mexicanos y fortalecer nuestra vida democrática, hacemos un reconocimiento al Siervo de la Nación, como uno de los principales personajes del movimiento de insurrección, que a la postre permitiría la consolidación de la Independencia Nacional”, dijo Arana Hernández.
Tras el acto cívico, instituciones educativas, organizaciones deportivas y culturales, charros, y corporaciones de seguridad y protección civil, desfilaron por las calles del centro de la ciudad, sumando un total de más de 50 contingentes.
Durante los festejos, una delegación de Benicia, California, así como integrantes de la Asociación Tula-Benicia, estuvieron presentes para reiterar las acciones de fraternidad y trabajo coordinado de las ciudades hermanas para beneficio de la sociedad.
Grito de Independencia ante más de 12 mil personas
En punto de las once de la noche del martes 15 de septiembre, el presidente municipal de Tula de Allende, Jaime Allende González, encabezó la ceremonia del Grito de Independencia ante más de 12 mil espectadores.
En la Plaza del Nacionalismo, Allende González, posterior a realizar honores a la bandera nacional, desde el escenario del Teatro del Pueblo tocó la campana del balcón presidencial y emuló la ceremonia que encabezara en 1810 Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Posterior al protocolo oficial, que se desarrolló con la presencia de servidores públicos e integrantes de la Asamblea Municipal, se realizó la tradicional quema del castillo y las familias asistentes disfrutaron del espectáculo de pirotécnica, música en vivo, así como de juegos mecánicos y antojitos mexicanos de la tradicional feria.