La violencia que se vive en México no se acabará combatiéndola con más violencia, así lo dijo el Obispo de Tula, Juan Pedro Juárez Melendez al reconocer que sólo “con reconciliación y paz al interior de las familias es como se podrá hacer frente al escenario violento que padece la sociedad.

Reconoció que actualmente las personas “viven en una situación de zozobra y  angustia; todo esto es violencia, incluso violencia desde el seno familiar “si en la familia hay violencia, indiscutiblemente se va a proyectar hacia la sociedad”, por lo que repitió que como sociedad se debe buscar un proceso de sanación, “cuando todos nosotros queramos  darnos las manos como hermanos, todos”.

“Estamos viviendo épocas muy difíciles por toda las situaciones de violencia que hay, toda la violación a los derechos humanos; a la dignidad de las personas; las mismas amenazas que a veces no se llegan a ejecutar” dijo el jerarca católico.

Ante este panorama el Obispo afirmó “durante todo este año la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) nos propusimos hacer oración por la paz y la reconciliación de nuestra patria, y creemos que como iglesia es una de las tareas que nos corresponde y debemos animar a toda la gente, pues confiamos en la fuerza de la oración”.

Juan Pedro Juárez Melendez  agregó que “los medios de comunicación tienen hoy una gran responsabilidad social, no solamente en informar sino en formar conciencia también entre la gente a la que llegan”.

Puntualizó que su labor es informar a la población “para bien; cuando todos nos dediquemos a hacer el bien y evitar el mal en cualquiera de sus formas yo creo que podemos estar construyendo un mundo nuevo”.

Juárez Meléndez aseveró que “el cambio de nuestro país, que tanto deseamos todos, no depende sólo de nuestras autoridades, del color que puedan ser, sino depende del compromiso de cada uno de nosotros ciudadanos”.

Finalmente Juan Pedro Juárez Melendez afirmó “cuando cada uno de nosotros tome la parte de responsabilidad que le toca en la lucha por la justicia, en la construcción de la paz, en erradicar todo género de mentira, en preocuparnos por los más necesitados, e incluso en tener la capacidad de perdonar cuando nos ofenden y no ser provocadores de violencia, pues daremos un paso importantísimo”.