*2023 año en el que el Morena debería por congruencia dar prioridad a la contaminación en la presa Endhó. La contaminación en la presa Endhó y sus efectos en la salud de los pobladores que viven en su ribera y en las zonas aledañas a este embalse han sido tema (sin exagerar) de cientos de artículos periodísticos por más de 3 décadas, el problema ha servido principalmente entre los políticos de todos los partidos para formular promesas de campaña en búsqueda de votos, el problema ha sido evidentemente motivo de estudios en universidades, pero a pesar de todo no se han impulsado mejoras en las malas condiciones de vida de sus pobladores pues nunca se desdoblaron en acciones políticas concretas, ni para frenar el problema ni para atender la salud de quienes han desarrollado enfermedades como diversos tipos de cáncer (además de enfermedades de la piel, renales, de ojos y gastrointestinales principalmente) debido a la contaminación del embalse, para la sociedad civil y los pueblos ribereños afectados, el trasfondo del problema siempre ha sido la falta de voluntad política para lograr que se asignen recursos económicos suficientes (dejar atrás la simulación o los gastitos en limpiar de basura la zona) para atender la problemática, todo esto derivado de que la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en donde gobiernan el PRI (Edomex) y el PRD y posteriormente Morena (en la CDMX), no lograba ponerse de acuerdo con los gobiernos del pasado emanados del PRI en Hidalgo, y que además los últimos gobiernos panistas y priistas en la Presidencia de la República, no lograban “ponerse de acuerdo”, en las acciones a emprender, sin embargo, en la Ciudad de México hoy gobierna Morena con Claudia Sheinbaum, en Hidalgo encabeza el gobierno Julio Menchaca y en la presidencia de México Andrés Manuel López Obrador lleva ya cuatro años de gobierno (y si gana Morena este año las elecciones en el Edomex menos pretextos van a tener para ahora sí actuar de manera coordinada), es decir, que hoy las condiciones políticas son plenamente favorables para “ponerse de acuerdo” aun cuando al actual mandatario le restan poco menos de dos años en la Presidencia de México, tiempo en el que puede mostrar voluntad y demostrar su sentido de lo que siempre declara en torno a la Justicia Social. Con los principales políticos de las tres esferas de gobierno del mismo partido político y dada esta alineación política ¿qué pretexto podrían dar en Morena para no atender las demandas de los pueblos ribereños de la presa Endhó? debido a las afectaciones en su salud y en su economía por la contaminación del agua que expulsan en la Ciudad de México y el Estado de México, más si consideramos que el eslogan de partido en Morena alude a que “primero el pueblo”, y que en este caso los pueblos ribereños han sido los principales afectados por las políticas de gobierno tomadas por los gobiernos federales priistas del pasado. En campaña Julio Menchaca declaraba sobre la conveniencia de que los hidalguenses votaran por él como candidato de Morena y así ganar la gubernatura, pues argumentaba que se trabajaría de mejor manera, de manera coordinada (esperando que no subordinada) con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador siendo ambos emanados de Morena aludiendo a un mejor y más rápido entendimiento, pues bueno, hoy es hora de apoyar y hacer valida esta premisa o cláusula e indagar con el gobernador de Hidalgo sobre qué propuestas -PLANES en concreto- le presentará al presidente y a su corcholata para atender no solo el origen de la contaminación en la presa Endhó sino también para atender el deterioro de la salud de los vecinos del embalse, a quienes como primera medida de emergencia, se les puede habilitar centros de atención médicos especializados y gratuitos, además de planes económicos para ayudarlos a enfrentar las perdidas en sus cultivos y en la crianza de animales que han padecido en temporadas anteriores, lo mismo que atender el problema de pérdida de pozos de agua potable por contaminación con metales pesados. Grandes y millonarias obras se han emprendido desde hace tres siglos para evitar las inundaciones en la CDMX, en los planes que promueve la federación se han priorizado los intereses de la capital del país y la zona metropolitana (Edomex), sin embargo, para el estado de Hidalgo, que siempre se caracterizó por su sometimiento político en el viejo presidencialismo del siglo pasado, los planes no representan el mismo interés o igualdad, principalmente porque la expulsión de las aguas negras de la CDMX trajo eventualmente como beneficio el desarrollo de entre 85 y 100 mil hectáreas de riego de los distrito de Tula e Ixmiquilpan. De estos planes a la llegada de AMLO al gobierno federal, se puso en marcha el último de los proyectos millonarios en beneficio de la CDMX, el Túnel Emisor Oriente (TEO), antes durante el periodo de gobierno de Calderón Hinojosa inició la construcción de la Planta Tratadora de Aguas Negras de Atotonilco de Tula (la cual ha sido insuficiente para tratar las aguas negras ya que solo trata una cuarta parte a un costo mensual de más de 60 millones de pesos) y recientemente derivado de las inundaciones de Tula en septiembre de 2021 se han emprendido algunas obras en Tula Hidalgo, pero fuera de esto no hay otras acciones encaminadas a resolver de fondo la contaminación en la presa Endhó, y menos atender los padecimientos de salud de los vecinos de las comunidades ribereñas de dicho embalse. El dinero de los contribuyentes es para obras millonarias en las que ganan los grandes empresarios del país, en las que ganan los habitantes de la CDMX, pero en todo este esquema a los que han olvidado son a los habitantes de Hidalgo, estado que naturalmente forma parte de la cuenca hidrológica (Tula-Moctezuma-Pánuco y de ahí desemboca en Veracruz en el Golfo de México) pero que dicha situación fue vista de manera irresponsable solo para desechar (sin tratar) las aguas negras de la CDMX y del Edomex. Por lo que hoy se les pide que esas inversiones millonarias que desde hace 3 siglos se han emprendido en beneficio de la CDMX, se programen y ejecuten con urgencia para los habitantes de 15 comunidades de Tula y Tepetitlán que comparten los más de mil 600 hectáreas de superficie del embalse. Entre las voces de especialistas, asociaciones y sociedad civil luego de las inundaciones en Tula, se le ha pedido al Presidente (sin que jamás haya contestado) lo mismo que a su corcholata, que inicien de manera urgente la construcción de micro plantas tratadoras modulares en toda la Ciudad de México lo mismo que en el Edomex (en esta entidad además se requiere el desazolve y recuperación de lagunas reguladoras y la construcción de humedales), con lo cual podrían usar ellos mismos esta agua y no solo expulsarla, o ayudar a filtrarla a los mantos ya sin los contaminantes que llevan de origen, el plan es ambicioso y ayudaría a reducir el caudal de agua en los tres grandes emisores (sobre todo en temporada de lluvias) y que eventualmente el objetivo es que la gran cantidad de contaminantes en el agua se reduzca pues de continuar el problema se puede agudizar para los próximos 50 años, los especialistas hablan de un problema que sería difícil de resolver dado que actualmente las aguas se reciben en el río Tula y de ahí a la presa Endhó desde la década de los 70. Desde hace una década se ha venido padeciendo una disminución de agua potable en el sistema Cutzamala que es el principal suministro de agua en la CDMX (y que dicho sistema deja sin agua a los poblados de las zonas donde el agua se sustrae según se ha denunciado en diversos documentales), por tanto políticos de la CDMX han manejado la posibilidad de que se lleven agua de la zona de Hidalgo a la CDMX, aludiendo a que hay una gran cantidad de agua en sus mantos debido ya que por décadas han recibido las aguas de la cuenca del Valle de México. Debido a que el agua es un bien nacional que administra la Conagua, la dependencia puede emprender este proyecto sin preguntarle al gobernador de Hidalgo o a sus habitantes su opinión, pero es hora de que la federación y el presidente emprendan acciones con un sentido de beneficio igualitario, en donde se vea lo que tanto pregona Amlo, “primero el pueblo”, la justicia social de quienes han sido olvidados, en este caso de los pueblos afectados desde 1970 por la llegada de aguas negras de la CDMX a Hidalgo y en concreto a la presa Endhó. Anteriormente el contar con gobernadores y presidentes de distintos partidos hacia más difícil establecer y coordinar planes de gobierno, debido a que cada uno defendía sus intereses económicos y los hacía valer en detrimento de entidades políticamente menos fuertes o influyentes, a sabiendas de que si decidían apoyar al vecino de abajo entonces perderían sus inversiones, pero hoy hay un Presidente de México que es de Morena, hoy la CDMX la gobierna la corcholata de AMLO que es igualmente es de Morena, y hoy el estado lo gobierna Julio Menchaca que es de Morena entonces es necesario hacernos la pregunta ¿qué pretexto pueden poner los tres para no atender y llevar justicia social a los pueblos ribereños que desde 1970 padecen la contaminación y padecen enfermedades derivados de recibir las aguas negras de la CDMX y del Edomex? sobre todo de la corcholata que busca ser presidenta de México, y lo que es más, desde esta columna la invitamos ya que le gusta andar de gira proselitista que vaya y dialogue directamente con los vecinos de la presa Endhó. Todo apunta que siendo los tres del mismo partido político, y teniendo como slogan en Morena “primero el pueblo” entonces ahora sí veremos acciones contundentes, serias y con inversiones millonarias para atender a las familias que padecen diversas enfermedades a causas de la contaminación, veremos si en primera Julio Menchaca sale al paso y presenta un proyecto en una mañanera (ya que en la última que se presentó -el 20 de febrero- perdió una gran oportunidad) y exige que ya se atienda la problemática generada por los últimos 50 años, veremos si la corcholata acepta que se le reduzcan planes e inversiones para que acepte que se reencaucen a Hidalgo (lo cual nunca han permitido pues no aceptan que se les quiten recursos) y si Amlo recuerda qué hay más de mil familias sufriendo a la orilla de la cloaca más grande del mundo, o si al señor se le olvidan estos hidalguenses, como tal parece que ya se le olvido los tulenses afectados por las inundaciones de 2021 a los cuales al final solo les dio 10 mil pesos de ayuda a cada familia. 2023 es el año en el que pueden demostrar la triada AMLO-Corcholata-Menchaca que es verdad que siendo todos estos niveles de gobierno del mismo partido político, y que teniendo como slogan “primero el pueblo” dejan atrás los discursos, dejan de nadar de a muertito y dejan de ignorar o hacer como que medio hacen (pero nada de impacto), ya veremos si hay voluntad política y asumen sobre todo en la CDMX el compromiso histórico que tienen con Hidalgo y los vecinos de la Presa Endhó. NUMERALIA. La Presa Endhó se construyó entre 1947 y 1952 y en 1975 empezó a recibir las aguas negras durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez. La presa Endhó tiene una superficie de mil 260 hectáreas y almacena hasta un millón 195 mil metros cúbicos de aguas negras (182 millones de metros cúbicos). Los distritos de riego 03 de Tula, 100 de Alfajayucan e Ixmiquilpan involucran a 250 mil habitantes en 28 municipios y se produce maíz, cebada, alfalfa y hortalizas que principalmente se venden en las centrales de abasto de la Ciudad de México (irónicamente). La presa Endhó recibe alrededor de 3 mil 456 millones de litros diarios y forma parte de la cuenca hidrológica del Valle de México y es conformada por la afluente del río Tula-Moctezuma-Pánuco que desemboca en el Golfo de México. De acuerdo al IMSS, las enfermedades como el cáncer se han triplicado en los últimos años en la zona de la presa Endhó (2007), principalmente por la presencia en las aguas residuales de altos contenidos de arsénico, plomo y mercurio que genera padecimientos como cáncer en la piel, de pulmón, enfermedades de la vejiga, padecimientos en los ojos, gastrointestinales y enfermedades renales.