Tiempo de elecciones, ¿Tiempo de elegir la verdad?
Por: Jorge Davish Si de algo la gente está cansada es de políticos que les prometen cosas que no cumplirán, por lo menos ese es uno de los comentarios más comunes que muchos expresan cada que hay elecciones, principalmente a presidentes municipales, pero a pesar de estos dichos, en realidad sostenemos que a las personas sí les gusta que los engañen, que les vean la cara y digo lo anterior porque precisamente como pueblo, les exigimos sus propuestas y sus proyectos a los candidatos esperando que resuelvan totalmente y en un tiempo breve problemas que siendo honestos, ni podrán abordar en sus gobiernos los alcaldes que resulten ganadores, porque muchos de los problemas y soluciones que proponen están fuera de su esfera de actuación o la búsqueda de soluciones conlleva inversiones millonarias y décadas de trabajos. Entonces por qué no mejor pedirles a los candidatos, a todos, y a quien gane la alcaldía, mujer u hombre, a que se comprometa a hacer sólo lo posible, solo lo que en realidad puede hacer en términos de su esfera de competencia, en términos financieros y técnicos. Y porque no buscamos que quien haga lo imposible seamos nosotros, la sociedad, el pueblo, el barrio, la manzana, la comunidad, puede parecer un sueño o utopía, pero viendo los tiempos que vivimos de desencanto por las autoridades, los tiempos de violencia, robos y asaltos, debemos permitirnos pensar en una solución que nos involucre completamente a todos, no pensar en una solución de este tamaño, entonces es pensar en que las cosas no sólo sigan como hasta ahora, sino que empeoren, porque en el fondo debemos terminar de entender, que votar por un presidente o presidenta, no va a ser la solución de los problemas de un municipio, el problema está a lo largo y ancho, en lo alto y en lo más bajo, corre de manera transversal y nos toca a todos, entonces la solución a los problemas debe provenir igualmente de todos. Me explico a continuación. La gente quiere oír que cada candidato venga con promesas que sabemos que no cumplirán, nos gusta que nos engañen, pues les pedimos que resuelvan temas tan complejos como la contaminación del río Tepeji en un periodo de gobierno, como si el gobierno contara con recursos para hacerlo, pedimos que prohíban las descargas de empresas en el río, cuando es una facultad del gobierno federal, pedimos que se acabe con la delincuencia y que en un abrir y cerrar de ojos no existan delincuentes en las calles, cuando el problema no está del todo en la actuación policiaca sino en ministerios Públicos y en las nuevas leyes que son bondadosas con delincuentes e infractores. Debemos dejar de pedir que nos engañen, debemos pedir que propongan cosas posibles, aspectos tan elementales como comprometerse a hacer lo que está en su esfera de actuación administrativa, lo que financieramente es posible que hagan, entendiendo que son recursos escasos que no permiten atender ni todas las solicitudes ni todas las acciones, y que por mucho que nos duela, debemos priorizar con los fondos que cuenta el municipio por prerrogativas federales y recursos, propios, se debe priorizar lo que el municipio está obligado a hacer, y que en ese rubro es primordial atender obras de agua potable, drenajes, electrificaciones y pavimentaciones, esas son obras que se deben atender para considerar un desarrollo igualitario en todo el municipio, a la par se debe atender la seguridad desde una óptica que involucre a ciudadanos y autoridades de otros niveles, pues el problema es grave y tiene que ver más con el grado de corrupción de elementos pero también con el grado de putrefacción social. A la autoridad se le debe pedir eso que es posible que atiendan, el cuidado en el manejo de fondos, de manera racional y transparente, atendiendo a los principios legales para que los fondos puedan ser objeto de todo tipo de fiscalización tanto del estado como sociales. Por qué empeñarnos en pedirles lo que sabemos que no podrán atender, repavimentar todas las carreteras, sanar una presa y un río, acabar con los malandrines y ratas del municipio, que construya decenas de aulas (cuando debemos buscar que sea la SEPH quien atienda esas solicitudes), que acabe con la corrupción en oficinas muy elementales del gobierno donde se autorizan proyectos y desarrollos habitacionales. Por qué esa necedad de pedirles cosas que financieramente no pueden atender, cosas que humanamente no podrán atender, y porque pedirles acciones en esferas donde les es legalmente imposible de actuar ya que no es posible su intervención. ¿Por qué? La respuesta es fácil, porque siempre vamos a esperar que alguien más haga eso que igualmente debemos hacer, siempre vamos a pensar que al votar y elegir un presidente el estará obligado de resolver todo lo que le pedimos que resuelva so pena de mentadas de madre y demás agresiones en las redes sociales. Siempre vamos a lavarnos las manos eligiendo a alguien que haga las cosas, sabiendo que no las va a lograr, pero teniendo las “manos limpias” para poder criticarlo a gusto, sabiendo que es más fácil criticar que apoyar. El Mexicano y el tepejano en particular tienen una idiosincrasia muy especial por la cual pensamos que al elegir a un presidente deberá resolver todo lo comprometido y lo que resulte, claro, en el entendido de que si por ejemplo, ganará una candidata o candidato de Morena, en ese momento los críticos pedirán toda clase de plazos, justificarán el que no puedan cumplir con sus compromisos y de paso atacaron a los “intolerante” críticos, porque ese es el escenario que se vive hoy en el país. Si bien es cierto que anteriormente las gestiones jugaban un papel muy importante por tratarse de recursos adicionales o extraordinarios con los que se ampliaban metas y se cumplían compromisos, hoy esa posibilidad es muy lejana, hoy esa posibilidad sólo puede llegar si el Presidente de México lo aprueba, entonces quien hoy habla de gestión y de atraer recurso extraordinario habla de algo que igualmente suena a algo imposible de alcanzar. Entonces la segunda pregunta se hace presente ¿qué hacer? ¿qué debemos hacer como sociedad? COMO SOCIEDAD NOS TOCA HACER LO IMPOSIBLE. Ante la apabullante y horrible realidad que vivimos nos queda hacer LO IMPOSIBLE, y eso es no sólo criticar, sino participar, apoyar, trabajar afuera de nuestras casas, en nuestras calles, con nuestros vecinos, sumando y multiplicando, poniéndonos de acuerdo en lo imposible, acciones que nos ayuden a mejorar en primera nuestros entornos inmediatos, ya muchos lo hacen en figuras como comités de padres de familia escolares, algunos como delegados, otros sumando como comisarios ejidales, otros integrados en comités de obra, pero hoy es necesario multiplicar esos esfuerzos y emular estas figuras, trasladarlas hasta nuestra propias vidas, en nuestras familias y aportar, encontrar como siempre lo he dicho, lo que nos hace iguales, coincidir en los problemas más graves que nos quejan y trabajar para revertirlos, porque juntos es posible, porque divididos y enfrentados, todo lo malo igual es más posible que nos suceda en nuestra propia carne, en nuestras familias o en nuestro patrimonio. La situación que vivimos nos obliga a replantearnos como sociedad, que camino debemos seguir, el de la cómoda crítica en las redes sociales, en donde todos dicen, deberían hacer, en donde todos dicen hagan, pero nadie dice vamos a hacer, hagamos, hoy esas mismas redes sociales bien usadas nos pueden permitir abrir el debate al camino que debemos tomar, encontrar los puntos de interés y una vez identificados los problemas pensar y plantear soluciones, integrarnos en las delegaciones o sugerir comités para temas determinados y buscar alianzas con otras delegaciones o asociaciones, participar como sociedad organizada para alcanzar metas ambiciones en obra social, en desarrollo, en educación, en cultura, en deporte, lo imposible es posible si más personas se interesan, si más personas participaran con propuestas y con trabajo comprometido. La situación que vivimos nos obliga a pensar que, solo poniéndonos las metas más altas y ambiciosas, podremos salir adelante, con o a pesar del gobierno, no podemos renunciar a nuestro derecho de participar de manera activa y definida en el rumbo y en las decisiones que se deben tomar para superar la actual etapa de odio, enfrentamiento, violencia y delincuencia que vivimos. La apuesta es sencilla, o buscamos hacer lo imposible, que es en este caso unirnos, o dejaremos que el futuro y la situación alcance a nuestros hijos, a nuestras madres, hermanas y a la gente que amamos. A nadie le debe quedar duda, que estando solos les puede ir mejor, sólo juntos podemos pedir que un mal rumbo rectifique, que un mal funcionario sea cesado, sólo juntos podemos pedir cuentas claras, solo juntos podremos hacer frente a los delincuentes que hoy impunemente roban y asaltan, porque debemos entender que una vez que logremos a la persona ideal con la cual denunciar y que con las denuncias se haga algo, entonces debemos sumarnos a una ola de denuncias en contra de todas las malditas lacras que acaban con nuestro patrimonio y con nuestra tranquilidad, que acechan a nuestra familia, que la mantienen amenazada. Debemos hacer lo imposible, lograr un nuevo acuerdo, pactar un cambio, pedir que impulsemos nuevas reglas del juego, y en ello debemos de ser valientes, dejar de ocultarnos, dejar de creer que alguien más lo hará, dejar de pensar que solo con nuestras palabras las cosas van a cambiar, pues las palabras y el pensamiento es muy importante, pero la gente sigue a quien predica con el ejemplo, porque el ejemplo es más contundente. Debemos dejar de pensar con ese marcado egoísmo con el cual fuimos educados, pensando que en la individualidad podremos obtener todo lo que necesitamos, debemos dejar de ser cobardes, dejar el confort de nuestras familias y hogares y nuestras riquezas, debemos ver a las personas con nuevos ojos, debemos ver a las personas de una nueva manera, prensando en que en ellos podremos encontrar apoyo y hacer la diferencia en una emergencia, porque a veces creo que sólo los mexicanos se unen ante la desgracia, pero que más desgracia quieren que padezcamos, con huachicoleros empoderados y protegidos buscando incluso el poder político de facto, que más desgracia queremos que se vuelvan a repetir la ola de secuestros, que más desgracia queremos tener como la de decenas de propietarios de negocios que tuvieron que auto exiliarse de Tepeji ante el temor de ser secuestrados, que más desgracia queremos padecer que los diarios asaltos y robos, asaltos que ya se han vuelto violentos y que en el pasado cobraron vidas de inocentes, que más desgracia queremos que ver en la TV y en las sedes sociales reportes a diario de niñas violadas y asesinadas, en donde además a diario vemos reportes de balaceras y de ejecutados en el estado. Quien no quiere ver la realidad y entender que debemos hacer lo imposible, y que lo imposible es unirnos, ponernos de acuerdo y trabajar en un cambio quien no entiende esto, es porque está muy Pen…o porque cree que con su dinero podrá colocar las paredes más altas en su casa y en sus negocios, que podrá colocar cámaras y equipos costos de seguridad, trasladarse en camionetas blindadas, porque cree que con guaruras podrá sostener su seguridad, pero quien ya se enfrascó en esa ruta, quien tiene una vida así, no se percató que ya es en sí misma una víctima de la realidad, de la delincuencia, que vive enjaulado, porque al final de cuenta aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión dice el dicho popular, porque vivir con miedo no es vivir. Ante la realidad que hoy vivimos y padecemos debemos pedirles a los candidatos, hacer únicamente lo que financiera y legalmente pueden hacer, que es sólo comprometer el gasto social en lo que se puede hacer, hacer buen uso del dinero, y que permitan que su uso sea trasparente y objeto de transparencia, que los candidatos se comprometan a hacer eso que sí pueden hacer, contratar gente honesta, con experiencia, no que vengan a atender a la presidencia, no que venga su familia o sus amigos o gente del partido sin talento ni conocimiento ni oficio solo por llevar un espacio y pagar un favor político como se ha venido haciendo toda la vida, práctica que solo es en detrimento de los tepejanos. Ante la realidad que vivimos sólo nos queda pensar en que la sociedad, los habitantes honestos, valientes y decididos, nos unamos, dialoguemos y busquemos acuerdos, nos tracemos metas y participemos en la toma de decisiones, porque no podemos pensar que todo acaba en el voto y que por confort es mejor esperar a que alguien haga las cosas, porque si le salen mal podremos criticarlo y mentarle la madre creyendo que esa es una prerrogativa que tengo ganada por el solo hecho de ser ciudadano y haber votado. A nadie le quede duda, estamos ante una encrucijada, y de la decisión que tomemos dependerá incluso si ponemos a nuestros familias a salvo o seremos cómplices con nuestra apatía al ayudar a exponerla ante los delincuentes, es hora de tomar el control, es hora de actuar, de actuar con valor, por nuestros hijos, por su futuro, porque o somos nosotros o son ellos, los delincuentes que agazapado esperan a que te siga yendo bien en la vida para esperar a robarte, secuestrate, violar a tu esposa o hijas, matar a tu hijo y robar tus pertenencias, tu negocios y tu hogar, es hora de hacer lo imposible, porque solo el pueblo puede hacer lo imposible, nadie más. Cartón de R. Pérez J./El Siglo de Torreón
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