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¿Consulta ciudadana en Tepeji en puerta?
Columna de Opinión Por: Jorge Davish Lo único permanente es el cambio, y en el ejercicio del gobierno cada alcalde nuevo trae consigo nuevas ideas, unas buenas otras no tanto y en la mayoría de los casos malas ideas, a la mayoría no le importa continuar con programas o ideas de un gobierno anterior, por muy buenas que estas sean, pero en el caso de parquímetros, desde dos administraciones nadie los había rechazado, cambiaron de proveedor y sistema, pero tanto Fernando Miranda como Moisés Ramírez le dijeron sí a los medidores de tiempo, sin embargo en la última entrevista que el actual alcalde ofreció al finalizar la sesión ordinaria de la Asamblea Municipal, respondió a pregunta expresa de este medio, que “le gustaba la idea de una consulta” para determinar si se sigue con el programa de parquímetros o se desecha. Previamente el alcalde había informado sobre este tema que ya estaba avanzado el proyecto para poner en marcha nuevamente los parquímetros en la zona centro del municipio, incluso aludió a que se podrían comprar o adquirir en financiamiento con una empresa en Inglaterra, aludiendo a que se comprarían equipos físicos como en Tula que tras pagar el crédito el ingreso sería exclusivamente del municipio. Ambas expresiones son opuestas, por un lado habla de que existe avance y hasta proyectaba que este mismo año se pondrían parquímetros que regularían casi los mismos cajones que ya se venían administrando, y por el otro recula coqueteando con la idea de poner a consideración de los habitantes de Tepeji del Río, si están de acuerdo en que se instale y continúen los parquímetros en la cabecera municipal o ya no se vuelvan a instalar y se deje de regular el espacio público. Lo mejor habría sido en todo caso que el alcalde hubiera ofrecido una consulta en el tema de parquímetros como parte de sus propuestas de campaña, pues lo único cierto es que han pasado casi 8 meses de gobierno y no hay avances reales en el tema, y ahora coquetear con la idea de una consulta -tenga o no verdaderas intenciones de ordenar que se lleve a cabo- transmite una sólida idea, y es que el alcalde evita a toda costa confrontar sus propuestas con los ciudadanos, de hecho se ha notado que Salvador Jiménez evita sitios o reuniones donde la gente le puede cuestionar e incomodar con reclamos, entonces no parece extraño que para evitar críticas al continuar con la instalación de parquímetros, opte por una salida que le evite “salir raspado” con la opinión de sus gobernados, en el termino más práctico busca evitar el divorcio natural que se ha registrado entre gobierno y pueblo tal y como ha ocurrido con los últimos tres alcaldes constitucionales, en periodos mas cortos de tiempo desde que toman el poder. Los parquímetros son controversiales, dividen la opinión pública a favor y en contra de que operen, incluso entre los ciudadanos (que en su mayoría hablamos de ciudadanos con un automóvil) que los aprueban aparecen reclamos muy puntuales, el primero de ellos es que piden que se cobre por minutos usados, no como se aplico con Fernando Miranda, piden que las multas sean menores y que se respete la tolerancia en caso de terminar el tiempo pagado, además de que se pide transparencia en lo recaudado y en lo que se gasta estos recursos, aspecto que no se ha cumplido a cabal idea por ninguno de los dos alcaldes que operaron este programa, muchos quisiéramos que este recurso se viera reflejado -peso por peso- en el mejoramiento de la imagen urbana, un tema en el que el alcalde ha sido ferviente promotor, pues es evidente que al edil le gustan los cambios de forma… Así como es verdad que el tema de parquímetros divide a la opinión pública a favor y en contra, también es verdad que el uso del espacio público -que es de todos a la hora de los beneficios pero de nadie a la hora de las obligaciones- hay un abuso, principalmente de comerciantes y dueños de negocios que abarrotan durante buena parte del día de los espacios, ni siquiera buscan dejar espacios frente a sus negocios para promover las ventas, y hay quienes sin exageración podemos decir, que dejan hasta seis carros estacionados, lo cual ya no es un uso sino un abuso del espacio público, los hay en el otro espectro, vecinos de la zona centro que tienen opción a dejar sus unidades dentro de su casa pero prefieren que una vez que salen a sus actividades cotidianas, dejarlo afuera para evitar la lata de sacar y meter su auto, y todavía hay mas abusivos, los que contraviniendo la ley apartan lo que consideran que son sus lugares y colocan todo tipo de objetos, por supuesto qué hay quienes teniendo su domicilio y su portón, se les debe garantizar el libre acceso y que no se permita que automovilistas se vayan y dejen sus unidades dejándolos sin poder meter o sacar sus unidades a sus propiedades. Lo cierto es que si un día debió ordenarse una consulta fue en el periodo 2009-2012 con el alcalde Rosalio Santana Velazquez, quien fue el principal impulsor, y quien por sus meros calzones decidió que se aprobara en cabildo aprovechando la sumisa aplanadora priista, por lo que los regidores de ese entonces del PRI, fieles a su costumbre de ser extensiones del alcalde, es decir, que gustan de aplaudirle y aprobarle lo que le venga en gana, ganando a cambio cargos para sus familiares o hasta aviadurias, entonces por el capricho de Rosalio Santana se aprobaron, pero por el otro lado le faltaron pantalones para hacer que en su periodo de gobierno se pusieran en funcionamiento, aun contando con casi dos años olvidó este punto, pero no fue gratuito, el ex edil ya se enfrentaba al descrédito ciudadano y el PRI enfrentó en los años posteriores dos elecciones, por tanto no quisieron arriesgarse a perderlas y mejor dejaron que los aparatos medidores los pusiera Fernando Miranda Torres, con quien jamás hubo transparencia en el tema no de los ingresos, sino de en que se gastaban el dinero, y de igual forma los regidores del PRI de ese momento voltearon sus ojos para otro lado e hicieron que no veían, fueron mudos y comparsas de la falta de transparencia. Vino el gobierno de Moisés Ramírez Tapia y cometió el peor pecado político que lo llevó rápidamente al divorcio con la ciudadanía, ya que en campaña ofreció consultar la permanecía de parquímetros a la sociedad y no cumplió, o por lo menos si hizo la encuesta no presentó la empresa que levantó las encuestas y por ende los resultados, no se supo de su divulgación en sus redes sociales ni a través de comunicados de prensa, además de que el enfoque que le dio este gobierno fue como una plan recaudatorio, por lo que amplió cajones regulados y los impuso en donde ni debieron colocarse pues hay puntos de la avenida principal que al ser reducidos se había prohibido estacionarse de ambos lados, pero en el afán de lograr mas dinero usaron cajones que hoy siguen en uso e impiden un mejor tránsito de automovilistas sobre todo en horas pico. Para colmo le tembló la mano al ampliar los lugares regulados hasta la calle de Los Aguacates, y excluyó del programa la calle donde su entonces secretario tiene familia. Llegó el periodo interino de la doctora Erika Pérez Castilla y al ser pocos los meses y debido a que había concluido el contrato del gobierno saliente, simplemente no lo renovó y dejaron de operar los parquímetros. A sabiendas de que Salvador Jimenez Calzadilla sí estaba a favor de que continuaran operando los parquímetros, se desconoce por qué no los puso en marcha en los primeros cien días de gobierno, pues hay esquemas en donde no se requiere inversión si el servicio se concesiona o se compran equipos a crédito, pagándose con la recaudación del programa, estando a favor de su operación lo esperado era que ya estuvieran en todo caso operando, el gobierno en turno a dejado ir un tiempo valioso que ya no va a regresar, y que en caso de frenar el proceso de compra de los equipos para hacer espacio para una consulta, se antoja que el resultado pueda ser en contra de su operación, quizá en el fondo el edil igual que Rosalio ponderó que había una elección en sus primeros siete meses de administración y por ello evitó que el malestar social le pegara a su partido en las urnas, aún a pesar de que de todos modos su partido perdió las elecciones. El alcalde como ya se dijo, informó hace poco tiempo, que los parquímetros “van” y que se ya se tenía un plan con una empresa de Europa, pero ahora el pasado 4 dijo que no veía mal la idea de consultar la operación de estos equipos en Tepeji, muy a pesar de que esta misma declaración no significa en si misma nada, no hay garantía de que porque le haya gustado la idea la vaya a llevar a cabo o que no la lleve a cabo aludiendo que consultar a la población sería inviable, en todo caso de hacerse la consulta nada sería mejor que saber cuando se aplicaría, que empresa la haría y saber el resultado de la misma. Pensando en que la gente apruebe que sigan los parquímetros, la ciudadanía espera que el tiempo sea pagado por peso, evitará pagar un mínimo como sucedió con Fernando cuando muchos hacen en cargos que les llegan de 4 a 10 minutos, se espera que el dinero que se recaude por mes, se reporte con puntualidad en sus paginas, y todavía mas, que se informe con la misma puntualidad en que se gasta, siendo como la mejor meta invertirlo en mejorar el centro, que tanta falta le hace, así mismo se busca que sea una multa mínima, sin inmovilizados, y que se eviten los abusos del personal pues es evidente que cometen errores, y se debe garantizar a los ciudadanos exponer los mismo y evitar sanciones injusta, de igual forma se busca evitar que los policías se conviertan en policías de parquímetros y que no cumplan con su principal función, ofrecer el servicio de seguridad pública, de por si hay pocos elementos y la inseguridad esta al alza como para pensar en que dos o tres elementos se dediquen exclusivamente a ese tema, eso no debe volver a repetirse. En caso de que se ejecutara la consulta y que los ciudadanos en su mayoría decidan que no se instalen parquímetros en la cabecera municipal, entonces el plan es mas complicado, pues el municipio deberá evitar que se abuse del espacio público, ya que hoy las leyes disponen que no se puede usar espacios de estacionamiento en la cabecera para vendedores ambulantes, cosa que impulso el gobierno de Moises Ramírez pero que jamás quiso cumplir pues el enfoque siempre fue recaudatorio, y si alguien pagaba un permiso por venta y además por usar un cajón varias horas, pues para el anterior gobierno mucho mejor. La consulta puede ser una buena herramienta, si se aplica con una empresa seria, pero debe venir aparejada de políticas públicas de forma paralela, no es posible que creamos que unos aparatos medidores nos vendrá a solucionar un problema tan grave como la falta de espacios cuando es un tema cultural, en donde hay que lidiar con ciudadanos que creen tener supra derechos. Incluso como medio algún día formulamos una encuesta, antes de que el gobierno de Moisés Ramírez aprobara la operación de los parquímetros, y no fue solo esa vez, en el pasado como ciudadano, periodista y vecinos impulsamos con el difunto Luis Hernández la primer consulta en Tepeji del Río para preguntarle a los vecinos si el campo de El Huracán debía seguir como campo o darle otro uso ante el mal uso de dichas instalaciones, en esta ocasión los vecinos participaron bastante y optaron por buscar donar el predio a una universidad o centro escolar, darle un uso que se tradujera en verdaderos beneficios para los vecinos. El tema es controvertido, y en dos administraciones que operaron los aparatos medidores vimos toda clase de abusos, tanto de regidores que para evitar pagar se estacionan en doble fila o simplemente les quitaban sus placas a sus unidades, así como abusos en las multas, en las empresas que recibieron la concesión, vimos engrosada la nomina y justificar nuevos contratos a modo, gracias a la miopía de dos maestras que por su necedad se impusieron y doblegaron al cabildo para darle el contrato a quien ellas quisieron, sin ser capaces de ver que no era la mejor empresa, todo por romper con lo que el anterior gobierno venía haciendo, esa necesidad tan torpe de no querer seguir con buenas ideas solo porque eran las ideas de otro alcalde, cosa muy común en los nuevos gobiernos. Rosalio Santana cometió excesos, obligó a sus sumisos levanta dedos del PRI a aprobarlos en su periodo de gobierno, pero no tuvo valor para instalarlos pese a sus prisas por aprobarlos, Fernando los impuso pero jamás transparentó los ingresos y nunca se supo en que se gastaron esos recursos que de manera anual promediaban los dos millones de pesos, Moisés Ramírez cometió el pecado político de decir que consultaría con la gente si se iban o quedaban los parquímetros y no lo hizo, y cuando Copemsa ofreció mejorar el porcentaje al municipio, por necesidad de las dos regidoras consentidas del edil, decidió darle el contrato a una empresa que nunca pudo ofrecer el servicio en forma y que el programa cambio de enfoque, de ser un programa de movilidad a un programa recaudatorio. Salvador Jiménez tienen en sus manos la posibilidad de romper con las necedades del pasado y buscar las mejores opciones si piensa seguir con el proyecto de instalar los parquímetros, evitando darle supra facultades a regidores o regidoras nomas por el subempleo hecho de ser sus amigos, así como evitar caer en las falsedades de los anteriores gobiernos que ofrecieron una cosa e hicieron otra, cualquiera que sea su decisión habría mucho que decir pero sobre todo, informar a los ciudadanos, acabar con la opacidad y dejar de simular que se informa, pues las verdades a medias son mentiras completas, los regidores tienen la posibilidad de dejar el papel que están haciendo, ya que casualmente solo se puede ver como se lanzan guanábanos unos a otros, reconociéndose como los mejores ciudadanos del mundo mundial, tienen la oportunidad de cumplir a catalizad con la labor que se les encomendó, dejar de ser “los muchachos” del alcalde y cumplir con el papel de fiscalizar este tema, de proponer e investigar, dejar de lado ese plan de ser guiados a las respuestas para luego aparentar que todo lo hicieron ellos y recibir los aplausos del edil y los guayabazos baratos de sus correligionarios, ya que actualmente solo un regidor del PRI se le ve con idea, se le escucha cuestionar con equilibrios, los demás han caído en la política barata, vieja y arcaica de caer en los halagos y la auto complacencia en el PRI, algunos hasta con orgullo se han dejado uniformar, dando un mal mensaje con ese uniforme, lamentablemente en la oposición no hay nada que destacar, por un lado la ignorancia no sirve para oponerse a todo, y por el otro lado la comodidad del silencio hace denotar que esta administración no moverán un dedo a favor del pueblo, pero sí de sus intereses personales y económicos, de la oposición hoy no se espera nada, e incluso los que se fueron le hicieron el mejor de los favores al municipio, evitar exhibir su falta de conocimientos y su falta de capacidad para proponer, pues se han enfundado en un mero discurso como un loro que repite uno discurso o un merolicos que vende una droga que sabe que no sirve, pues no hay nada mas penoso que eso, repetir las ideas de una persona pero no tener la más remota idea de cómo aterrizar esos discursos encendidos y escandalosos en políticas públicas acordes a la ley y al sistema político vigente.
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