En 2017 tras una ola de asaltos al trasporte público de pasajeros, choferes y permisionarios solicitaron más operativos en las carreteras, fue así que antes de concluir el año aumentaron los operativos de revisión tanto a pasajeros como a los mismos choferes, las cifras de asaltos se abatieron pero las cifras de choferes manejando en estado inconveniente, provocando accidentes o con sus documentos en estado irregular aumentaron.

De enero del presente año a la fecha fueron reportadas 40 unidades colectivas que prestan el servicio con placas sobrepuestas, principalmente en unidades de AVM, lo que ha originado quejas de los dueños de las unidades al verse afectados económicamente cuando las unidades son retenidas y multadas por la Secretaría de Movilidad y Transportes del estado de Hidalgo.

Además 12 choferes de las unidades colectivas fueron detenidos por manejar en estado de ebriedad, en tanto que 10 taxistas igualmente fueron asegurados y sus unidades remitidas al corralón por manejar en estado de ebriedad o bajo el influjo de alguna droga.

Además de estas cifras que demuestran la gravedad del problema tanto en el consumo de alcohol y drogas entre operadores de taxis y unidades del servicio colectivo, durante este año se ha visto un aumento en accidentes de estas unidades con autos particulares, atropellamientos y “aventones” en los que usuarios y testigos refieren que los choferes manejan a exceso de velocidad y de manera temeraria.

En un accidente ocurrido el mes pasado en la antigua carretera México Querétaro, el operador de una combi del transporte público de pasajeros atropelló a una mujer adulta y la dejó gravemente herida tras darse a la fuga.