Se registra una intensa lluvia sobre la ciudad de Tula y de manera inevitable causa estragos en la zona centro por fuertes encharcamientos, pero la lluvia que hace un rato se registró, es decir la del día de hoy 6 de septiembre, trajo consigo los recuerdos de las inundaciones que arrebataron la vida de 16 pacientes del IMSS y dejaron millonarias pérdidas por daños a bienes inmuebles, muebles, enceres y mercancías entre pobladores, empresarios y comerciantes. Lo sucedido los días 6 y 7 de septiembre de 2021 no debe jamás ser olvidado por autoridades civiles ni por sus habitantes, por una parte todavía no se discuten en los tres niveles de gobierno (han sido omisos) ni se reparten las culpabilidades con la formalidad que la ley requiere, aunque con sesgos claramente políticos algunos bandos acusan a sus opositores políticos mientras exculpan a los propios en la búsqueda de culpables. Este proceso no ha sido abordado por la federación, pero sí desplegó planes y fondos para el Río Tula, los cuales al igual que en el reparto de culpas, encontró opositores a dichos proyectos así como también quienes los apoyan, aunque en realidad el problema cuando los actuales trabajos concluyan quedarían para los municipios y sus poblaciones río abajo, repito cuando las obras en Tula concluyan (pues los municipios afectados son mas de 10). En medios nacionales se reprodujeron notas que dieron cuenta de esto “La inundación en el Valle del Mezquital es la historia de una desgracia anunciada; el municipio, el estado y la federación sabían que al entrar en operación el Túnel Emisor Oriente (TEO), el cauce del río Tula no podría contener la corriente de aguas negras durante la época de lluvias. Incluso el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) advirtió a mediados de 2019, que el problema de inundaciones de la capital se estaba trasladando a Tula”. ( https://www.milenio.com/.../sacmex-conagua-preveian... ) “Derivado del control que tienen los ingenieros sobre los flujos del agua al Valle de Mezquital, puedo afirmar que la inundación del 6 de septiembre en Tula y sus alrededores se hubiera podido evitar al cerrar la mayoría de las compuertas del Drenaje Profundo y dejar de bombear a los cauces superficiales hasta que bajaran los niveles en el Río Tula. Esto hubiera reducido el flujo en el río casi a la mitad, impidiendo su desbordamiento. Dean Chahim/The Washington Post. Nota publicada en https://www.washingtonpost.com/.../tula-inundaciones-rio.../ El TEO fue “inaugurado” por el Presidente de la República el 23 de diciembre de 2019, las proyecciones de inundaciones ya se tenían (a mediados de 2019) por parte de Sacmex y eso es un dato que nadie puede borrar ni trasladarlo a la arena del debate, la información estuvo en la mesa y se contaron con dos años para hacer trabajos complementarios en las zonas identificadas como susceptibles de inundaciones, pero no se invirtió un solo peso. Pero todas esas voces fueron acalladas por el presidente que ante el cuestionamiento de estas voces expertas, dijo que era “politiquería”, y sus simpatizantes (aunque irónicamente afectados por las lluvias) se apresuraron a abrazar las descalificaciones del presidente y buscar al culpable en cualquier otra trinchera política que no fuera en Morena. AMLO sobrevoló las zonas afectadas a las pocas horas, pero no fue hasta dos meses después, el 6 de noviembre de 2021, que visitó Tula a pie, claro, como lo hace ahora Morena, eligieron encerrarse a piedra y lodo en la UTTT (sede predilecta para evitar oír reclamos sociales), fieles a sus practicas ese día los partidos organizaron grupos a favor de AMLO y en contra del gobierno de Tula, y viceversa, porque ahora lo que les preocupa mas a los políticos es la política del abucheo (al opositor político) más que atender la auténtica molestia social. Ese día se retiró AMLO de la UTTT sin planes definidos para la próxima década en el tema de las inundaciones, casualmente previo a su visita se pagaron 10 mil pesos por cada familia afectada, y aunque muchas familias albergaron la esperanza de que se programaran mas ayudas en efectivo, esa fue la única, en una inundación (un mes antes en otra región) anterior los fondos entregados a familias alcanzaron los 34 mil pesos, en poblaciones semi rurales, jamas se comprendió el criterio de gobierno para entregar a unos esta cantidad y en Tula únicamente 10 mil pesos. El miedo a nuevamente inundarse sigue en el imaginario social sobre todo de los vecinos y propietarios de locales y negocios en la zona centro y contiguas al Río Tula, los trabajos en el río continúan, las pérdidas fueron absorbidas en su mayoría por los mismos damnificados, las ayudas como se esperaban jamás llegaron, lo destacable fue la respuesta de la sociedad civil que se volcó en enviar ayudas consistentes en alimentos, productos de limpieza y de cama entre otros artículos, además de sumarse a los trabajos de limpieza que duraron semanas. Lo criticable y realmente nauseabundo luego de las inundaciones en Tula fue el surgimiento de “liderazgos” que utilizaron y aún utilizan el tema para su agenda personal y política, sobre todo dos grandes zopilotes sacaron raja del tema aunque afortunadamente los auténticos damnificados (es decir no los 2 que buscaban abanderarse en un movimiento en su carrera para obtener la candidatura en Morena) se hacen escuchar bien entre los medios. En contraparte, lo aplaudible y admirable fue que enseguida de la desgracia que cobró la vida de 16 personas, también hubo voces que con inteligencia y experiencia nos dijeron que la solución estaba en que el gobierno de la CDMX invierta en Plantas de tratamiento que traten aguas y las reusen en lugar de mandarlas por los túneles emisores, nos dijeron que los edificios verdes en el mundo son hoy una opción y que los gobiernos deben invertir en lograr que el agua se absorba en lugar de solo expulsarla, mas en una ciudad que cada año se hunde mas y mas. Habría tantas opciones para evitar que en la temporada de lluvias en la metrópoli se inunden sus calles pero también que el agua sea así nomas expulsada y en ese camino de paso se contamine y sea difícil su uso agrícola, pero esas soluciones no están en la agenda de Morena, porque son caras, porque el dinero que no se ve (en túneles y drenajes) en apoyos sociales no genera votos, por eso no veremos a nadie en la CDMX optando por este tipo de políticas a pesar de que la misma ciudad ya resulta inviable para el 2030 en términos de suministro de agua potable a través de los actuales acueductos que cada sufren merma en sus aforos (https://www.elsoldemexico.com.mx/.../asi-lo-dice.../amp...) Ojalá un día los políticos entiendan lo que significa prioridad, y que entiendan que para la subsistencia de la CDMX se ha colocado en segundo plano el progreso y bienestar de otras entidades y regiones, a unas zonas les quita el agua (dejándolos con carencias para el consumo humano y para el campo) para poder contar con suministro suficiente (a través del sistema Cutzamala) y a otros los afecta expulsando sus aguas negras y pluviales en temporada de lluvias contaminándolos o inundándolos, pero no solo eso, desde hace décadas se ha proyectado extraer agua de acuíferos en Hidalgo para surtir a la CDMX. Por lo que debemos preguntarnos si es justo desde la óptica social supeditar el interés de una entidad sobre otra muy a pesar de que sea la sede de la capital, entidad la cual no se postula sobre estos temas para no entrar en debate con sus estados vecinos, pero que ya es hora de que hablen al respecto. Debemos en conjunto preguntarnos si es justo que el agua que falta en regiones sea llevada a la capital del país, es un tema en el que todos debemos participar y dialogar, porque al final creemos que si bien se puede optar por si llevar agua a la CDMX, su gobierno debe en contraparte construir con dinero de su hacienda pública y de la federación, plantas modulares en todos los sitios posibles y tratar sus propias aguas negras, ademas promover edificios verdes, no permitir ya ningún desarrollo habitacional, industrial ni de ningún tipo que conlleve elevados consumos de agua, y que deben promover que las lagunas y vasos regulares recuperan su capacidad de captación de agua, entre otras medidas, es decir que para que entidades, regiones y pueblos afectados por la expulsión de aguas negras o la extracción de agua, acepten este plan, debe venir con acciones contundentes de la CDMX, se debe mostrar en primera voluntad y en segunda respeto por las otras entidades que por mas de cien años como es el caso de Hidalgo, han resultado afectadas por la CDMX.