La tasa de crímenes del crimen organizado aumentó en un 64.2 por ciento
El día de hoy, medios revelaron que de acuerdo al índice de paz en México que elabora el Instituto para la Economía y La Paz (IEP), la tasa de crímenes del crimen organizado aumentó en un 64.2 por ciento -siendo una de sus expresiones el aumento en los homicidios (ejecuciones) y la violencia- y que Hidalgo junto con otros 4 estados, son los que más deterioro en seguridad experimentaron, por lo que la calificación de la entidad cayó un 5.8 por lo que Hidalgo perdió su posición como una de las cinco entidades más seguras de México. Esta calificación era usada en la antigüedad por todos los gobiernos priistas en Hidalgo para rechazar las eventuales quejas sociales por el aumento en los índices de criminalidad, estos índices en ese entonces eran criticados y por ende descalificados por la oposición, entre ellos Morena, hasta que el hoy gobernador Julio Menchaca Salazar tomó el poder y entonces abrazó el índice y debido a que le favorecía lo avaló, lo mismo que su gabinete, quienes orondos ahora presumían lo que antes descalificaban. La política de “abrazos no balazos” (mera ocurrencia) no ha funcionado, y grandes porciones del país están bajo el control total (político-económico-social) de los distintos carteles que operan en el país. Recientemente en la región Tula Tepeji distintos hechos delictivos arrojaron como resultado la detención de elementos de dos cárteles de las drogas, anteriormente el encargado de despacho de la PGJEH Santiago Nieto, había reconocido que en la entidad operaban estos grupos criminales, cosa que los gobiernos priistas siempre negaron claro, sin que nadie les creyera pues al final el sol no se puede tapar con un dedo. El tema mantiene gran preocupación entre hombres y mujeres que radican o desarrollan sus profesiones en esta zona de Hidalgo, principalmente entre empresarios y comerciantes quienes temen que en breve tengan que pagar piso a estos grupos o puedan ser víctimas de secuestros, mismos que en el pasado los obligaron a dejar el país huyendo de la inseguridad en México. De enero a la fecha, en la región Tula Tepeji se han registrado 47 muertes dolosas (ejecuciones y muertes por armas de fuego), uno de los últimos eventos que causó pánico e indignación fue el sucedido en una cancha de fútbol rápido en un fraccionamiento de Atotonilco de Tula, en ese hecho perdieron la vida 6 personas, dos resultaron heridas pero pudo ser peor, pero lo penoso fue que el hecho sirvió para que el gobierno de Hidalgo y el de Atotonilco de Tula se reprocharan o reclamaran mutuamente por los problemas en materia de seguridad, sentimos vergüenza ajena al ver las posiciones de ambas entidades frente a un grave problema que se vive en la zona de fraccionamientos en Atotonilco de Tula, pues los que quedan en medio de estas discusiones estériles son los ciudadanos. Pero ya que hablamos de ciudadanos, éstos también deben aportar lo suyo para que la situación de inseguridad cambie, ya sea con información, pues conocen las casas y departamentos en donde viven los delincuentes, los ubican o perfectamente porque son sus vecinos y en algunos casos son sus socios o amigos, y por tanto deben (si es que quieren que las cosas mejoren) pensar en el futuro de sus hijos y dejar de ser cómplices de quien saben que venden droga (principalmente) o los dedicados a los robos y a otros delitos, es decir, como sociedad deben reconocer que una parte del problema está en ellos, y que con silencio no se van a resolver las cosas, tampoco siendo cómplice activo de estos grupos, vendiendo droga o las mercancías robadas. Y es que la sociedad cree que su único papel es votar y elegir a sus autoridades cuando los tiempos actuales exigen que todos participemos de manera activa, decidida y valiente, dejando de lado la hipocresía de pedir mayor seguridad, hay que dejar atrás la doble cara de cuando pedimos más seguridad porque nos robaron un auto o se metieron a nuestras casas o robaron en nuestros negocios o tienditas pero evitamos que la policía se lleve al marihuano de la esquina por estar asaltando o al huachicolero de la colonia, más aún, debemos dejar atrás la hipocresía de ver lo malo únicamente en una de las partes involucradas pero que se nos disculpe por comprar huachicol o comprar eso que sabemos que es robado, porque sabemos que nuestros ???????? ? ??????? se dedican a todo lo malo, pero como son nuestros amigos y tenemos una doble moral, entonces rechazamos a la delincuencia y pedimos más seguridad cuando somos víctimas de ellos o nos escandalizan las ejecuciones, pero no nos molesta ni nos inquieta comer, cenar, o ir de fiestas con los ???????? delincuentes porque son nuestros “amiguis”, y además nos dan a ganar con negocios, con compra venta de robado, mercancías, tenis, chamarras, o les venden autos y camionetas baratos y hasta terrenos, al final de cuentas todo se resume en este tipo de personas “dime con quien andas, y te diré que también eres un delincuente”. Comunidades enteras calladitas, largas cadenas de familias enteras beneficiadas por los delincuentes, pero al final de cuentas tan delincuentes como los que roban, porque el otro dicho sabio y popular reza que “tanto peca el que mata la vaca….”. Pedimos más seguridad porque nos causa alarma saber de asesinatos, robos, secuestros, pero nadie opta por involucrarse y entrarle al problema, obvio desde nuestros entornos, no comprando mercancías robadas, sobre todo abarroteros y comerciantes, no comprando gasolinas robadas y además denunciado a esos que hoy las llevan en autos hasta la casa por el peligro que implica, dejando de justificar los delitos y la vagancia de nuestros hijos que al final los expone a enrolarse en las filas de la delincuencia organizada, hasta en casos tan sencillas como estacionarse en doble fila, y en tantas tantas conductas que dan muestra de qué estamos hechos, qué tipo de ciudadanos somos, congruentes y valientes o de los qué hay por desgracia en aumento, vale madres, exigentes y nada participativos ni comprometidos, de esos hay más en comunidades donde la compra de huachicol es más común, en donde además compran robado a las bandas dedicadas a los robos y se justifican cuando en los campos de fútbol toman y echan luego madrazos o fuman o se drogan, manejan sin licencias de conducir o en estado de ebriedad, se queja de la inseguridad, pero que cuando este tipo de personas son detenidos en algunos de estos escenarios piden “paro”, y si lo obtiene o no, saldrá de esa situación para hablar de cómo son “rateros” los policías que le pidieron “mordida” cuando él fue el primero en ofrecerla, de esta gente hay mucha. Ya es hora de la congruencia si es que vamos a reclamar y exigir a nuestras autoridades que mejoren las condiciones de seguridad, no hay más, no pueden esperar que porque sus ???????? ? ??????? delincuentes los conocen, no van a ser víctimas de otros grupos delictivos, y es qué hay que reconocer que si hacemos este esfuerzo de dejar de apoyar y justificar a la delincuencia y nos sumamos a los esfuerzos de los distintos niveles de gobierno, hay oportunidad de no terminar arrodillados ante los delincuentes, como ciudadano decido SUMARME EN TODO lo que este a mi mano con tal de no pensar en un futuro arrodillado y sometido a los grupos delictivos, o comiendo, cenando y de fiesta con ellos, como muchos lo hacen. Porque hay que reconocer que en Hidalgo tras la llegada de Julio Menchaca Salazar al gobierno, sí se vio un cambio en el rubro de Seguridad, ya lo he dicho, lo he reconocido y hasta destacado, hay resultados, lamentablemente el problema es fuerte y los esfuerzos no han sido suficientes, pero porque tampoco el estado puede estar en un frente contra la delincuencia y en otro teniendo ciudadanos o sociedades sumados a la misma delincuencia sirviendo de halcones, aplaudiendo al delincuente porque es un moderno “Robin Hood” que les quita a los ricos para darle a los pobres, o que como algunos dicen, “Pemex es de todos” y entonces está bien que vendan el huachicol (gente con apenas tres dedos de frente sobre todo son los que argumentan esto). Sí hay resultados en el gobierno de Hidalgo pero son insuficientes ante una sociedad que se ha asociado a grupos delictivos, que les sirven de vigilantes, que les compran lo robado (gasolinas, autos y mercancías) argumentando que es más barato pero que con ello fortalecen a los grupos delictivos y engrosan las cadenas delictivas, ni el gobierno de Julio Menchaca ni el de Andrés Manuel López Obrador, van a poder contra eso, grupos criminales por un lado y por el otro amplios sectores sociales (sobre todo en comunidades de los municipios) donde se aplaude a los delincuentes y donde muchos trabajan, como halcones, como revendedores, o ya en pleno como asaltantes, con jóvenes esperando a sumarse a estas filas, porque ven al delincuente con la aspiración de tener lo que los tienen, es decir, la trocona con narco música a todo lo que da, con dinero pa’ los amigos, las comidas y las pedas y con hartas viejas, esa es la realidad del país. Tepeji vive una etapa de aumento de la inseguridad. Apenas en semanas pasadas el Gobierno de Salvador Jiménez Calzadilla, entregó nuevo parque vehicular para la Secretaría de Seguridad Pública, sin embargo, a pesar del esfuerzo económico de dotar estas unidades a los elementos policiacos, se percibe un aumento en los índices delictivos, para muchos ciudadanos producto de la liberación del grupo delictivo que el año pasado quemó una patrulla, por lo cual ciudadanos han reprochado al edil que se les haya dado el perdón legal que les permitió salir libres, a cambio de reponer la patrulla quemada, para muchos en su opinión hubiera sido mejor incluso mejor perder la camioneta pero que estas personas continuara sus procesos encerrados. En las últimas semanas hemos reportado el asalto a gente que apenas y retira dinero de bancos y de inmediato son asaltados por motociclistas, precisamente en estas unidades hemos reportado un aumento de asaltos sobre todo a estudiantes, sin olvidar los asaltos en la autopista los cuales cada día son más violentos y los delincuentes lo mismo reparten cachazos a pasajeros que disparan contra traileros o contra custodios de seguridad privada, incluso los han secuestradores y pedido rescate por ellos, pero delitos que en menor medida se ven es el narco menudeo, en el cual la hipocresía de los sociedad es grandísima, porque piden seguridad pero muchos son consumidores, hace poco revisaba un reporte que daba cuenta que en Tepeji se habla de más de trescientos narcomenudistas, siendo esta cantidad de delincuentes muy alta, considerando que una buena parte no solo se dedica a vender droga, sino que combina esta actividad con el robo, con violencia y otros delitos. Increíblemente uno de los delitos que más atendieron todas las corporaciones de seguridad pública en los dos últimos años fue la violencia intrafamiliar, fenómeno que detonó durante las distintas etapas de encierro social provocadas por la Pandemia de Covid-19, y en ese rubro es algo que las mismas familias deben atender, en primera denunciando y luego buscando ayuda profesional, pero más allá de eso, si una mujer sabe que su pareja, esposo o novio, es un borracho, mujeriego, desobligado de esos de trabajo cuando tengo hambre y jugador de esos que lo poco que ganan se lo gastan en todo tipo de juegos de azar, ¿a qué se espera para dejarlo? ¡Es obvio que este tipo de sujetos jamás van a cambiar para mejorar!, sino todo lo contrario (en tanto más avanzan en su edad, empeoran al tener pocas oportunidades en su vida), por ello es importante que busquen ayuden y abandonen ese tipo de relaciones, mujeres neta quiéranse, sean valientes y aprendan a identificar a “hombres” así (que son fáciles de detectar, con tan solo verlos un minuto y escucharlos hablar medio minuto los ubicas rapidísimo), quiéranse un poco y no acepten un hombre que las violentará y las mantendrá controladas principalmente con golpes y amenazas pero igual limitándolas económicamente, porque eso no es amor, no se equivoquen. Tepeji está pasando por una etapa de aumento en distintos delitos, no se puede negar eso, incluso este aumento se da en medio de una entrega como poco se había visto en los gobiernos recientes, de equipos, radios y patrullas que sirven para enfrentar la delincuencia, pero así como vamos a aceptar que pese a las nuevas patrullas se vive un aumento en los delitos, también debemos reconocer que una buena parte de la sociedad, sobre todo en las comunidades, donde el ciudadano es negativo, no suma sino que resta y que en los casos más graves, tiene todo tipo de conductas antisociales y hasta delictivas, algunos abiertamente justificando y aplaudiendo a los mismos delincuentes porque son sus amigos, sus familiares y les dan a ganar del negocio, con gente así, creo que el problema se irá agudizando así traigan más patrullas y contraten más policías, pues es enfrentarse a dos frentes, por un lado las bandas delictivas, el delincuente, y por el otro una sociedad que le aplaude, que le justifica, que comete todo tipo de delitos justificando su situación económica, es hora de la congruencia, plantearnos si somos o no somos, que lado vamos a escoger, pero si vamos a escoger uno, que sepan, que se debe actuar con compromiso y valentía, claro, hablo en caso de que elijan el bien, porque los que ya escogieron el mal es evidente, se les conoce, porque como dicen dos dichos, “el árbol se conoce por su fruto” y “ni el amor ni el dinero se pueden ocultar” sobre todo el dinero mal habido. FOTO CON FINES ILUSTRATIVOS
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