SERGIO GÓMEZ OFRECIÓ EN LA CIUDAD TOLTECA CONFERENCIA SOBRE INFRAMUNDO TEHOTIHUACANO

SERGIO GÓMEZ OFRECIÓ EN LA CIUDAD TOLTECA CONFERENCIA SOBRE INFRAMUNDO TEHOTIHUACANO

Por Rosalía Maldonado

TULA DE ALLENDE.- El arqueólogo Sergio Gómez Chávez quien ha dirigido a lo largo de los últimos 8 años la investigación del túnel de Templo de la Serpiente Emplumada, en la zona arqueológica de Teotihuacán, ofreció una conferencia en la que detalló los pormenores de la exploración arqueológica y los impresionantes hallazgos que hizo, del que ha sido nombrado por los especialistas como uno de los descubrimientos más grandes del mundo.

La conferencia titulada Viaje al Inframundo, la exploración del túnel bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, se ofreció como parte del seminario de cultura Teotihuacana que ofrecieron a la población durante tres meses, el gobierno municipal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Teotithuacán, contextualizó, fue la ciudad más importante que existió en el México prehispánico, fue una ciudad poliétnica que tenía una filiación cultural relacionada con sitios como Michoacán, Oaxaca, el área Maya, y fue el mayor centro de producción y distribución de toda clase de bienes, hacia casi todo el antiguo territorio de Mesoamérica.

De los más de 2 mil conjuntos habitacionales que tiene la ciudad de Teotihuacán, uno de los más importantes es el conjunto arquitectónico de la Ciudadela, donde se localiza un edificio que se conocía como el Templo de Quetzalcóatl, al que hoy los arqueólogos le han denominado Templo de la Serpiente Emplumada.

En 2002, refirió, notaron que el edificio comenzaba a sufrir severos daños, lo que les llevó a plantear un proyecto de investigación para conocer que le estaba afectando y eventualmente proponer una solución para su conservación.

“Observamos que la ciudadela se inundaba constantemente. Nosotros planteamos entonces que una de las formas que ayudarían a la conservación del Templo era eliminando la humedad y por tanto habría que buscar los drenajes originales que debían haber sido construidos por los teotihuacanos para desaguar la ciudadela. Los encontramos y nos sorprendió que estos habían sido clausurados, para lo cual colocaron los restos de 50 individuos, personas que fueron desmembradas y sus restos colocados cuidadosamente dentro del drenaje”.

Ese hallazgo los llevó a plantear que los Teotihuacanos habían llevado a cabo un ritual de clausura de los drenajes para mantener la ciudadela inundada cada año, pues presentada de esta manera, inundada unos centímetros, lo suficiente para formar un espejo de agua, les servía para representar el mito de la creación.

“Cuando la montaña sagrada emerge del mar primigeneo”.

Esto cambió totalmente la idea que se tenía, de que la ciudadela era un lugar de acceso restringido.

“La ciudadela debió haber sido concebida, construida, como un escenario en el que año tras año se llevaban a cabo los rituales que reactualizaban el mito de la creación originial. Con la información que tenemos ahora, pensamos que La Ciudadela era un lugar preparado para recibir a miles de personas que necesariamente tendrían que participar en los rituales porque era la única manera de asegurar que el cosmos, que el universo mantuviera su ritmo, su continuidad.

“Y el templo de la Serpiente Emplumada es visto ahora por nosotros, como una montaña, la que emerge del mar primigeneo”.

UN DIA APARECIÓ EL TUNEL

Sobre el descubrimiento del túnel de la pirámide del Templo de la Serpiente Emplumada narró que cuando realizaban la búsqueda y desazolve de los drenajes de la Ciudadela, un dia, el 2 de octubre de 2003, al llegar a trabajar le informaron que se había hecho una oquedad en el piso, frente a la pirámide, en una zona por donde todos los turistas en los últimos cien años habían caminado.

El arqueólogo se introdujo al agujero amarrado a un andamio y bajó a realizar la exploración preeliminar. Lo descendieron hasta llegar a 14 metros de profundidad. Y estando abajo advirtió que había unos muros y se trataba de un túnel que había sido clausurado.

“Lo único que pudimos hacer en 2003 fue tomar algunas fotografías. Y tarde casi cinco años en preparar y concebir en cómo iba a llevar a cabo esta investigación, pues sabía que era un depósito muy importante y por tanto debíamos tener todos los recursos disponibles para que esta investigación fuera realmente importante”.

LAS HIPÓTESIS DE LOS ARQUEOLÓGOS

Sobre las hipótesis que guiarían su investigación, aseveró que en 2005, propuso que el túnel debería llegar hasta el centro de la pirámide de la Serpiente Emplumada, y que en un punto cercano a donde se registró el hundimiento, debería de encontrarse la entrada principal del túnel.

Plantearon también que la ciudad de Teotihuacan había sido concebida y construida como una réplica del cosmos del universo, que incluye un mundo subterráneo, el inframundo. Y que la pirámide de la Serpiente Emplumada representaba la montaña sagrada que de acuerdo con el mito emergía del mar primigeneo.

También se planteó que debajo de la pirámide se encontrarían tumbas de jerarcas teotihuacanos, entre otras.

EL EQUIPO MÁS SOFISTICADO

Desde el principio para esta investigación se planteó la colaboración de un equipo multidisciplinario de investigadores tanto mexicanos como extranjeros y el uso de la más avanzada tecnología para fines arqueológicos de que se disponía en ese momento, el escáner láser un aparato que hace mediciones y las convierte en dibujos en tercera dimensión y el georadar, conforme avanzaban y por la inestabilidad del terreno se hizo necesario construir al menos tres robots, dos terrestres y uno aéreo, y gracias a ello hoy tienen un registro muy minuciosos de la investigación arqueológica.

“En 2005, antes de incluso de iniciar la exploración comenzaron a utilizar un georadar, de tal manera que al comenzar ya sabían más o menos que características tenía el túnel y que este tendía una longitud de entre 100 y 120 metros”.

Y respecto a los robots, contó que son de manufactura mexicana, diseñados especialmente para esta exploración y que si bien el primero de ellos en un principio fue muy criticado por mucha gente que decía que estaba muy feo, pues parece una podadora, terminó por tener gran fama a nivel mundial, debido a la exploración exitosa que hizo, la cual transmitieron televisoras de todo el mundo en vivo, y que causó tan buena impresión que hasta egiptólogos vinieron a México exclusivamente a conocer de su diseño.

LA INVESTIGACIÓN

Para corroborar sus hipótesis en 2008 comenzaron a hacer la exploración en el sitio donde plantearon que se localizaba la entrada del túnel. En el sitio donde cavaron hallaron que la roca estaba cortada, por lo que continuaron bajando hasta que llegaron a 9 metros de profundidad, donde encontraron unos muros y la entrada al túnel totalmente cubierta de tierra.

Como el equipo sentía un compromiso muy fuerte pues se trataba de un lugar sellado al que por primera vez en al menos 1800 años alguien entraría, decidieron no usar pico y pala, y utilizaron herramientas muy pequeñitas, avanzando centímetro a centímetro, metro a metro.

El arqueólogo cuenta que desde el principio comenzaron a encontrar objetos que fueron ofrendados para clausurar el túnel por secciones, todas ellas excepcionales y ex excelente estado de conservación. Y conforme avanzaban fueron apareciendo cientos más de objetos y de mayor calidad.

Uno de los primeros hallazgos que les sorprendieron, pues corroboraba una de sus tesis, fue que en una sección del túnel, el techo brillaba como si hubiera miles de estrellas. Luego se percataron que los Teotihuacanos impregnaron las paredes y la bóveda con una gran cantidad de polvo de mineral, como si fuera diamantina.

“Con objeto de que cuando entraran iluminándose con una antorcha, todo el techo brillara. Lo que nosotros imaginamos es que querían que quien ingresara al túnel lo primero que viera fuera el cielo del inframundo y las estrellas titilando, pues tienen un efecto que pareciera que estas se mueven”.

Nosotros habíamos planteado, detalló, que si Teotithuacan era un representación del cosmos dentro encontraríamos representaciones del inframundo como lo concebían ellos, con un cielo, y valles y montañas, y además del techo impregnado con polvo de mineral, encontramos más al fondo, una especie de maquetas donde se representan lagos, valles y montañas, y en las cuales se representó al agua de los ríos, con mercurio, haciendo una referencia muy precisa al concepto del inframundo que ellos tenían.

Tras años de trabajo, al llegar casi al final del túnel, y a casi 18 metros de profundidad, localizaron las más grandes e importantes ofrendas.

Primero en un pequeño espacio que mide 50 centímetros de alto y dos metros de ancho recuperaron más de dos mil objetos en un excelente estado de conservación, y 8 mil objetos de madera también en excelentes condiciones, esto debido a que todo el último tramo del túnel durante miles de años se mantuvo inundado, y la humedad favoreció que se conservaran.

“Para nosotros son verdaderos tesoros, pues muy pocas veces se logran localizar objetos de madera”.

Más adentro, localizaron objetos de cerámica que si bien tienen un gran valor, lo más importante es que dentro de ellos pudieron extraer cerca de 20 mil semillas en excelente estado de conservación, de pepitas de calabaza y maíz.

Y luego se toparon con una nueva ofrenda con cientos de caracoles grabados y trabajados que asegura muy probablemente fueron traídos de un sitio maya para ser depositados con ofrenda pues tienen una orientación y colocación específica, y descansan sobre una gran cantidad de cerámica rota, que es evidente fue quebrada a propósito.

En esa zona hallaron también collares hechos con cuentas verdes y objetos hechos de pirita, y más de cuatro mil objetos de jade de una calidad extraordinaria.

Y al final del túnel que coincide con el eje del templo de la Serpiente Emplumada, donde consideraban debían localizarse las tumbas, se localizaron tres grandes cámaras en forma de una cruz.

Justo en el eje, en el lugar más significativo, y los que parecen ser los objetos más preciados depositados por los teotihuacanos fueron localizadas cuatro esculturas de figuras humanas, tres figuras femeninas y una de un hombre pero de dimensión menor los cuales traen a la espalda un mecapal lleno de espejos de pirita y otros objetos de jade.

“Como se trata de objetos que se utilizaban para la adivinación en la época prehispánica, objetos mágicos usados para actividades rituales, estamos proponiendo que estas esculturas son la representación en piedra de quienes eligieron ese lugar para construir la ciudad de Teotihuacan”.

Y es que detalló, las cuatro esculturas estaban de pie, colocados ligeramente hacia atrás en torno y mirado todas hacia un punto, un conducto imaginario que va hacia el centro de la pirámide, que

conecta a la punta de la pirámide con la tierra, la atraviesa y llega al centro del inframundo, es decir un conducto, que físicamente no existe pero que permite la comunicación de los tres niveles del cosmos del universo.

“Mi propuesta es que son la representación de los fundadores de Teotihuacan, porque son estas gentes que practican la geomancia y que eligen los lugares donde se asientan los pueblos, donde se fundan las ciudades”.

Se hallaron además en ese lugar 14 pelotas de hule de las que se utilizaban en el juego de pelota, unas cajas de madera que tenían dentro alas de escarabajos. Una gran cantidad de esqueletos de grandes felinos y lo que parecen ser restos de un oso y esferas de ámbar.

UN TESORO LOS RECUPERADO DEL TÚNEL

La investigación ha valido la pena, asegura Sergio Gómez, aunque no encontraron las tumbas que proponían y les llevó ocho años retirar casi mil toneladas de piedras y tierra que los teotihuacanos colocaron dentro del túnel, para que nadie pasara y tocara, han logrado recuperar más de 100 mil objetos, lo que se convirtió en una gran aventura de la cual obtuvieron un verdadero tesoro.

Y es que además de la magnificencia de muchos de los objetos, la información que han logrado recuperar les permitirá conocer más de la vida de los teotihuacanos, que es lo más importante. Y él mismo refiere que por ello cuando le preguntan cuáles son los objetos más preciado que recuperó sin dudarlo responde que un trozo de piel humana.

“Ha sido tan delicado el trabajo, que en una de las muestras de tierra que recolectamos, sin querer se aisló un trozo de piel posiblemente humana, en muy buen estado de conservación, que nos podría permitir conocer de la genética de los teotihuacanos. Y de la que al parecer va a ser posible extraer ADN de ella”.

Otro hallazgo importante, refiere, se dio en relación a las pelotas de hule, ya que el informe del análisis realizado refiere que tienen azufre.

“Lo que nos sorprende porque querría decir que los teotithuacanos conocían el proceso de vulcanización, que se logra agregándole azufre al caucho, proceso que se conoció de manera accidental siglos después”.

Asimismo con los objetos recuperados hoy los arqueólogos pueden asegurar que el túnel pudo haber sido excavado al inicio de nuestra era, alrededor del año 1 después de Cristo, que estuvo en uso cerca de 200 a 250 años, hasta que deciden los teotithuacanos clausurarlo colocando estas miles de toneladas de tierra y desde entonces a la fecha nadie había entrado.

La de Sergio Gómez y de sus colegas es una de las investigaciones mejor planeadas y más minuciosas que se han realizado a nivel mundial, por lo que ha recibido los premios más prestigiados, entre ellos fue reconocido como uno de los descubrimientos más importantes del mundo, en el prestigiado Fórum de Arqueología de Shanghai (SAF, por sus siglas en inglés).

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